Princesa de los Ursinos, Anne Marie de la Trémoïlle (1642-1722)

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La historia de la Princesa de los Ursinos es la historia de la gloria y el olvido. Tuvo en sus manos el destino de una España en guerra gobernada por un rey endeble, Felipe V. Consiguió el cariño y afecto de su esposa, Maria Luisa de Saboya, de quien fue algo más que su Camarera Mayor. Pero con la desaparición de la reina, Anne Marie de la Trémoïlle empezaría el descenso al ostracismo de la mano de la nueva soberana, Isabel de Farnesio.

Doblemente viuda
Ana María de la Trémoïlle nació en la gloriosa Francia del siglo XVII. Era hija de Luis II de La Trémoïlle, duque de Noirmoutier, y Renata Julia Aubry. Casada muy joven con Adrien Blaise de Talleyrand, príncipe de Chalais y marqués d'Excideuil, su matrimonio estaba abocado al fracaso por la preocupante situación económica de su esposo. Después de viajar por varios países y seguir endeudándose, Anne Marie quedó viuda, sin descendencia y con una ingente deuda por toda herencia.

Su nuevo matrimonio que un aristócrata romano le permitió mejorar su situación económica. No sólo eso, dio a Anne Marie, el nombre con el que sería recordada. Flavio degli Orsini, duque de Bracciano y Príncipe de Orsini, dejó de nuevo viuda y sin hijos a la ya madura Anne Marie.

De la corte del Rey Sol a la corte española
Lejos de retirarse y vivir el resto de sus días como una viuda adinerada en Italia, regresó a su Francia natal y empezó a relacionarse con miembros de la corte del Rey Sol. Su amistad con la amante-esposa de Luis XIV, Madame de Maintenon, fue clave para su futuro. Esta recomendó a su esposo que nombrara a la Princesa de Orsini Camarera Mayor de la que sería reina de España. Así, Anne Marie fue al encuentro de Maria Luisa de Saboya, futura esposa de Felipe V, con la que congenió desde el primer momento.

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La tercera soberana
Conocida en España como la Princesa de los Ursinos, Anne Marie entró directamente en la política de nuestro país. No sólo ejerció su papel de Camarera de la reina sino que no dejó de intrigar y dirigir en la sombra el gobierno de un rey que no tenía muy claro cómo reinar. En constante contacto epistolar con Madame de Maintenon, Anne Marie dirigió la ayuda francesa durante la guerra de sucesión para mantener a Felipe V en el trono.

Aún no habían terminado las últimas batallas y resistencias del conflicto cuando, en 1714, moría la reina, dejando a la Princesa de los Ursinos en una delicada situación. Durante un tiempo, sin embargo, se encargó de continuar gobernando el país a la espera de que tanto la situación política como personal del monarca se estabilizara.

Meses después de la desaparición de la amada reina, Felipe V se casaba por poderes con Isabel de Farnesio, quien ya había sido advertida de la posición dominante de Anne Marie.

De Jadraque al olvido
La Princesa de los Ursinos, ansiosa por conocer a quien sería la nueva reina española, fue a su encuentro, que se produjo en un pequeño pueblo de Guadalajara, Jadraque. Este pequeño emplazamiento fue testigo de uno de los destierros políticos más sonados de la historia. Aquella misma noche, la reina Isabel la expulsaba de su presencia y de la que había sido su patria. La postura del rey, al enterarse de la decisión de su nueva esposa, fue una carta de despedida a la princesa.

Anne Marie de la Trémoïlle, princesa de los Ursinos, y una de las principales protagonistas de los primeros años del reinado del primer Borbón en España, terminó sus días en Roma, sola y olvidada, donde falleció el 5 de diciembre de 1722 .

 Si quieres leer sobre ella

La noche de las reinas, Claude Pujade-Renaud


Jaque a la reina blanca, J.M. Carrillo de Albornoz

Donde se alzan los tronos, Ángeles Caso
Mujeres con poder en la Historia de EspañaVicenta Márquez de la Plata


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